viernes, 13 de octubre de 2006

Una pequeña historia

Cuentan... , y sólo hacen eso, que allá afuera existe una realidad mucho más grande que la nuestra, que acaso somos parte de un universo mucho mayor, y que el lejano horizonte es inalcanzable para nosotros. Cuentan también, quienes volvieron, que aunque dulces fueron los sueños de grandeza en la aventura, amargos como muerte los resultados. Yo sólo existo para comentarlo e inmortalizar las historias, soy la memoria colectiva de la colonia, soy quien debo ser en este preciso momento, y no me imagino cumpliendo otra misión. Yo no permaneceré (de eso estoy aterradoramente conciente), sino aquello a lo que puedo referirme como "mi obra". Y esta crónica merece ser especial porque, simplemente, he visto que el fin no es sino, un momento más de nuestro itinerario.
"Cuando cruzamos la primera barrera, no existía peligro aparente. Un delicioso oasis de alimento se extendió ante nosotros casi de inmediato, pero decidimos seguir. Cuando la ascención alcanzó el punto donde es imposible regresar, tuvimos un panorama mucho más extenso del territorio. Formaciones extrañas hacia el sur conocidas como the green peak y el imponente Tablerazo que domina el paisaje desde que tengo memoria (desde que la colonia lo tiene). Hacia el norte la Gran Barrera, que es salvable hacia el oeste, pero en este sector se eleva interminable hasta el cielo y no conoce más final que su propio inicio. Algunos compañeros desfallecieron y permanecieron en un nivel intermedio, con cierta ayuda. La noche de pronto brilló con especial intensidad, mucho más que una mañana soleada, pero nosotros ya estamos acostumbradas a ese fenómeno; entre los de nuestra clase se conoce como sol de medianoche y es casi rutinario entre semana. Gracias a la repentina visibilidad, observamos con nitidez los antiguos jeroglifos que una cultura anterior a la nuestra grabó como testimonio de su presencia; lo más sorprendente es el tamaño de los dibujos y no he dejado de admirarme con cada ascención. Cuando alcanzamos el último nivel, aún éramos un grupo numeroso, pero las noticias no eran buenas: tras una rápida exploración, descubrimos que no existía el maná tan ansiado y que aquellas historias de abundancia eran cuentos de viejas. De pronto, la desazón fue reemplazada por el terror. Vi con horror, como aquel castigo divino (no encuentro otra explicación) cayó sobre mis compañeros con estruendo y letal puntería. Ante mí fueron reducidos a pedazos, y al caer al siguiente nivel, el panorama no mejoró: el mismo azote cayó una y otra vez sobre el grupo, dejando moribundos y miembros mutilados. La confusión se apoderó de nosotros y buscamos refugio de inmediato. Tras unos minutos eternos, el olor a muerte llegó a nosotros tan claro como aquel falso sol en el cielo. Decidimos descender por la cara norte del pico y afortunadamente fue una elección correcta. Mis pérdidas no son tan valiosas como la vida de mis amigos, y si alguien debe alcanzar la inmortalidad, son sus nombres los llamados a ser grabados en estas páginas. Que crean aquellos que quieran creer, que yo no quiero más certezas."
Nº 5670 - Primer Oficial Hormiga de ascención, miembro de la Real Fuerza de Exploración de la colonia Hogarum. Relato tomado tras la ascención al pico Computaro, en los límites de Hogarombugo.

jueves, 12 de octubre de 2006


Recupero la hilación de las entradas para decir... borrón y cuenta nueva!!!, que hoy sea el comienzo de una nueva etapa, y que esta comience con algo mejor que una promesa. es cierto que he descuidado el espacio (como si a alguien le importara), pero las emociones no han sido muchas, y las aventuras contadas (si bañar al perro se puede contar como tal). Pero con esto de finales de carrera, supongo que las situaciones hilarantes abundaran... Que la cinta siga su rumbo, hasta donde se termine el rollo...

martes, 11 de abril de 2006

Bitácora del capitán: Día 0

Bueno, ya es casi media noche y poco o nada he avanzado de mi trabajo... así que tomaré un tiempo para ejercitar los dedos en el teclado. El porqué del blog???, pues me resultó interesante ésto de la escritura anónima, enmascarada, y aunque sé que es poco probable que alguien conocido lea esto, puede que algún cibernauta trasnochado comparta sus líneas. Abandono el barco en pos de mi crítica de mañana... al final, no dije nada, y nada es justamente lo que tengo sobre el tablero!!!

lunes, 10 de abril de 2006

El primer día


Y por qué cinta de embalaje???, pues es el nombre más cercano que hallé y ya pueden imaginar lo triste que resulta eso... en fin, esto del blog es nuevo para el amigo pokemondongo, así que sólo os pido pazienzia...