Recuerdo que aún utilizaba los apuntes arquitectónicos en mis entregas, o mejor dicho nunca llegué a presentarlos, cuando descubrí un programita gratuito flotando por la web: el gran sketchup, la solución perfecta para quienes no quisimos demasiadas complicaciones ni comandos para el modelado 3D. Aunque el nombre evoca una salsa, el bueno del sketchup es el compañero ideal para presentaciones de última hora y modelos sin enredos. Aunque es limitado en su presentación final, puede explotarse su capacidad al ser combinado con programas de renderizado especializados, convirtiéndose en una herramienta poderosa.
Lo único malo de este tipo de trabajos es que en mi caso dedico las noches y fines de semana a realizarlos, por lo que una foto de estas equivale más o menos a 37 horas de vida perdida. Gracias sketchup por los morlacos extras, y a esperar que Google lance un programa para cobros atrasados o imposibles.
1 comentario:
solo 37 horas?
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