viernes, 13 de mayo de 2011

Valentina pixeleada

A fines del año pasado algo cambió nuestras vidas para siempre: el nacimiento de nuestra bebita, a quien por unanimidad o mayoría llamamos Valentina, en virtud de las cualidades que describía este nombre. Valentina es todo lo que esperamos y más: es inquieta y curiosa, alegre y orgullosa, un espectáculo infantil completo y cautivante que arranca sonrisas y mimos hasta de los corazones más duros. Valentina llegó a nuestras vidas con una rapidez abrumadora, pues no esperábamos tanta suerte ni tan pronto... y hoy el sólo contemplarla ya es una experiencia fuera de este mundo.

Mi esposa afrontó el embarazo con una fuerza que nadie hubiera imaginado y nunca la detuvieron los malestares ni el cansancio. Yo le decía cariñosamente "mi pedacito de gente" cuando enamorábamos, así que no esperaba que sobrellevara tan bien su primera experiencia materna. Y a términos de esos maravillosos nueve meses, sus primas organizaron la bienvenida de la bebé, cuyo expediente fotográfico he guardado celosamente, ya que como es usual en estas fiestas, el padre es el pagano de toda la diversión y la víctima frecuente de un cruel y poco brillante payaso babyshowerino.

Esto de las invitaciones fue mi primer intento de colorear un dibujo desde cero ayudado de mi tableta Genius, y mi primer error con lo de la resolución. Así que dejé la tableta muy bien embaladita, debajo de unos ropones.

1 comentario:

Claudia dijo...

Valentina, la bebe con los padres mas talentosos de la familia :) que talento de bebita!
Exitos y muchas bendiciones para ustedes y Tinitaa!!!